lunes, 7 de junio de 2010

El Negrito Palmiro



El Negrito Palmiro vivía con su mamá Tomasa en una de las tantas habitaciones de la cómoda casa de Los Pereira, una de las familias más adineradas de la época. Todas las habitaciones daban al patio central, donde la familia se juntaba a tomar mate y a comer pastelitos.
Su habitación no era lujosa ya que se mamá sólo era una esclava que trabajaba durante gran parte del día. Palmiro la ayudaba, en sus tiempos libre jugaba al gallito ciego.
Una mañana Palmiro se levantó temprano, s
alió al patio y vio que su mamá sacaba agua del aljibe y preguntó: - ¿Qué ocurre, mamá? ¿hay mucho trabajo?. -Sí, Palmiro. Parece que algo importante está por ocurrir porque los Pereira van a dar una tertulia para festejarlo, así que andá a comprar un par de velas.
Palmiro fue saltando por las calles de barro ya que había llovido y se formaron charcos. Mientras pensaba por cual de las ventanas espiaría el festejo. Como iba distraído se tropezó con una piedra y salpicó el vestido de Rosita. Quien lo retó y siguió con sus pregones: -¡Mazamorras calentitas, mazamorras bien sabrosas! Compre usted
, se lo aseguro,son las más deliciosas...

Siguió su camino, pero no encontró al vendedor de velas. Sino a una multitud de damas y caballeros que esperaban ansiosos mientras miraban uno de los balcones del Cabildo.
En ese momento un señor se asomó al balcón y dijo:-¡ Se ha formado el 1º Gobierno Patrio! ¡Somos libre, el pueblo puede festejar!
Palmiro salió corriendo a contarle a su mamá, todo indicaba que el festejo de ese día duraría hasta largas horas de la noche.


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